31 de agosto de 2008

Operación "fardo"


Hoy, por ser el último día de Agosto, me ha apetecido pasarlo en la playa. Para despedirme del mes y del tiempo de vacaciones con todos los honores. El lugar elegido ha sido Cullera. Una población cercana a Valencia y un espacio de ella muy concreto, El Racó. Es un sitio tranquilo, donde todavía se puede disfrutar del sol, y del mar, sin agobios. Que ya es decir...

Hemos llegado pronto y se notaba que era el último día de mes pues casi no había personal en la arena. Muchos de los que han disfrutado esa playa durante el mes, sin duda, en esos momentos se encontrarían en la A-3 camino de sus casas y de sus respectivos trabajos a partir de mañana.

El día ha ido transcurriendo tranquilo. El sol no apretaba demasiado y la temperatura del agua era estupenda. Los peces, pequeñísimos de tamaño, osaban acompañarnos hasta la misma orilla a los bañistas. Es un bonito espectáculo que no deja de causar asombro, sobre todo a los más pequeños, que intentan con sus cubos de colores, pescarlos en la orilla del mar.

A media mañana el ambiente ya estaba más animado de personal y han empezado a llegar "los morenos", -como suelen llamarles cariñosamente las gentes que cada día acuden a la playa-, con sus enormes fardos de mercancía. Era el último día de mes y conocedores de que al personal se le acababan las vacaciones y el efectivo, han hecho una liquidación digna de unos grandes almacenes. Vestidos para las damas, camisas para los caballeros, relojes, vaqueros, bolsos de imitación, chaquetones de puro invierno, etc. etc. pasaban de unas manos a otras con una velocidad sorprendente. La arena se convertía por momentos en simpáticos "probadores sin espejos", y en la música de ambiente se repetía.... 5 euros, 7 euros,
20 euros. Hoy, nadie se atrevía a regatear los precios. No se podía perder tiempo. Al menor descuido, alguien se hacía con esa prenda que casi acababas de comprar. Una locura.

Así nos hemos dejado al personal, cuando a las 13,30 nos hemos acercado al restaurante del hotel que se encuentra en esa playa para comer. Teníamos reservada la mesa junto a una inmensa cristalera desde donde se divisa el mar y la totalidad de la playa. No había hecho nada más que comenzar mi "abordaje" a una suculenta ensalada de gambas, cuando algo nos ha llamado la atención en la playa. Los morenos salían corriendo hacía un malecón cercano, abandonando algunos la mercancía en la arena. Dichos fardos, suelen ser trozos grandes de tela en forma cuadrada, y en cada una de sus puntas hay un cordel que une con una anilla colocada estratégicamente en el centro de la tela, de forma, que ante una "adversidad", tiran de la anilla y la mercancía queda oculta.

En cuestión de segundos, la gente ha ido volviendo a sus sombrillas, y bastantes fardos de mercancía se han quedado abandonados en la arena. El motivo estaba muy claro. Por el paseo, se acercaba un coche de policía local. En estas ocasiones, es curioso observar como podemos reaccionar cada uno de nosotros, y personalmente, me ha llamado la atención en especial, ver como han procedido alguna de las personas que se encontraban en la playa. Concretamente un chico, que sin pensárselo dos veces, ha cogido uno de los fardos y ha pretendido "esconderlo" entre sus sillas de la playa y sus toallas. Estaba con su familia, a la que no ha dudado en alejar de ese lugar como si con él no fuera el tema...

Ni que decir tiene que a estas alturas del relato, la ensalada de gambas había perdido todo mi interés. En esos momentos mi mirada se repartía entre el malecón, donde los morenos creían que no se les veía, y que seguían con interés los movimientos de la policía, y los fardos abandonados, que uno a uno, han sido requisados. Hasta los que estaban escondidos por los bañistas han sido descubiertos.... No quedó nada de mercancía en la playa, mercancía que a duras penas pudieron alojar en el coche policial.

Una mezcla confusa de sentimientos se me han apoderado. Pero no os los voy a relatar. Ni tampoco os voy a decir en quienes pensé durante el tiempo que duró la operación fardo. No es lugar ni momento. Pero las pateras siguen llegando a nuestras playas y siguen habiendo fábricas textiles que acuciadas por la competencia asiática, se ven obligadas a cerrar sus puertas, con la consiguiente pérdida de puestos de trabajo. Un problema que necesita solución inminente, de tipo político, para políticos de cierta altura. Los nuestros, todavía están creciendo... (Todos)

Cuando hemos vuelto a la playa, algunos morenos han ido regresando poco a poco. Hablaban entre ellos. Sus caras eran todo un poema, y volvió mi torrente de sentimientos...el peor de todos, la impotencia.

Al parecer, solo habían podido "salvar" gran cantidad de CDs y películas de vídeo. Después de estar reunidos un rato, varios de ellos, se han dirigido hacia la playa. Comenzaban de nuevo el peregrinar ofreciendo sus mercancías entre la gente. Uno de ellos, -no tendría más de 20 años- llevaba un grupo de Cds en la mano. Al llegar a mi altura, me los ha ofrecido... Y no he podido evitar, con un pellizco en el estómago, dirigir una temerosa mirada hacia el paseo.....

Maat












30 de agosto de 2008

Underwood girls


Quietas, dormidas están,
las treinta, redondas, blancas
Entre todas
sostienen el mundo.
Míralas, aquí en su sueño,
como nubes,
redondas, blancas, y dentro
destinos de trueno y rayo,
destinos de lluvia lenta,
de nieve, de viento, signos.
Despiértalas,
con contactos saltarines
de dedos rápidos, leves,
como a músicas antiguas.
Ellas suenan otra música:
fantasías de metal
valses duros, al dictado.
Que se alcen desde siglos
todas iguales, distintas
como las olas del mar
y una gran alma secreta.
Que se crean que es la carta,
la fórmula, como siempre.
Tú alócate
bien los dedos, y las
raptas y las lanzas,
a las treinta, eternas ninfas
contra el gran mundo vacío,
blanco en blanco.
Por fin la hazaña pura,
sin palabras, sin sentido,
ese, zeda, jota, i...

PEDRO SALINAS




29 de agosto de 2008

Deseo cumplido...

Hace varios años que mi esposo intentaba convencerme para que los días de vacaciones estivales los dedicáramos en disfrutar de un crucero por el mediterráneo. No lo consiguió. La idea de perder "tierra firme" bajo mis pies no me convencía nada. Pero llegó un momento en que comencé a mentalizarme, pues a ratos, sentía ser la causa de que mi esposo se quedara sin ver cumplida una de sus ilusiones, navegar.

Un día, visité una agencia de viajes y solicité un catálogo de cruceros. Seguía mentalizándome mientras me paseaba por sus páginas buscando un crucero que se ajustara a nuestras posibilidades. El que más me convenció -si es que puede llamarse convencimiento a lo que yo sentía- era uno que se realizaba por algunas ciudades de Italia. Consulté fechas disponibles, precios, detalles y con todo preparado me dispuse a darle una grata sorpresa a mi esposo. Me había costado lo mío llegar hasta ahí... Y casi lo estropeo. En el último momento frené mi impulso de contratarlo sin él saberlo (me encanta dar sorpresas) y una noche, en la cena, le presenté mis planes. En un principio se entusiasmó con la idea, pero cuándo llegamos al tema económico se "desmontó". La boda de nuestro hijo estaba a sólo seis meses y llegamos al acuerdo que había una prioridad, y era la boda. El crucero podía esperar, podría ser al año próximo... Lógicamente, no puse ninguna objeción. Sentí un gran alivio. Por una parte, porque ya no era yo el obstáculo y por otra...que me libraba -de momento-de viajar en barco. Me quedé tranquila. Llegó la boda, llegó el siguiente verano, pero la palabra crucero no volvió a entrar en nuestros planes...

El pasado mes de Mayo, y de pura casualidad, me encontré con una propaganda de un crucero fluvial y la luz de la sorpresa prendió rápido. Eso de "fluvial" me daba mucha más confianza, y me puse manos a la obra. Con el itinerario, fechas, precios...lancé el anzuelo. Y picó. Y como picó. A mi esposo le entusiasmó la idea, el recorrido, el precio, las fechas... Nos íbamos de crucero. Fluvial le daba igual, iba a navegar y a ver cumplido su deseo. Y encima, se me había "ocurrido" a mi, a la que no quiere dejar de notar tierra firme bajo de sus pies....

Y de ese crucero os contaré cosas en los próximos días. Ha sido una experiencia preciosa que hemos vivido con toda intensidad. La hemos disfrutado. Si, yo también. A pesar de que el crucero fluvial tenía recorrido también por el mar, por el Atlántico, mar que ha tenido algún ratillo que otro "juguetón"...

Pero para no cansaros, os lo iré contando poco a poco. Hoy, os indico el itinerario....

Sevilla-Cádiz-Alcoutim- Vila Real de Santo Antonio-Faro-San Lúcar de Barrameda-Puerto de Santa María-Jerez-Córdoba-Sevilla.

¿Listos...? ¡Zarpamos!.


Maat.


28 de agosto de 2008

Las caricias


¡Qué música del tacto
las caricias contigo!
¡Que acordes tan profundos!
¡Que escalas de ternuras,
de durezas, de goces!
Nuestro amor silencioso
y oscuro nos eleva
a las eternas noches
que separan altísimas
los astros más distantes.
¡Que música del tacto
las caricias contigo!

MANUEL ALTOLAGUIRRE




26 de agosto de 2008

Desde lejos


Desde lejos
he leído tus palabras
que estaban llenas de besos.
Desde lejos.
Y los he puesto en mi almohada
y soñé que me besabas
y te besaba
y que tu cara y mi cara
estaban llenas de besos.
Besos nuestros.
Desde lejos.

JERONIMO GARCIA JORQUERA

BROTHER

25 de agosto de 2008

Táctica y estrategia


Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos

mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible

mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo
ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos

mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos

mi estrategia es
en cambio más profunda
y más
simple

mi estrategia es
que un día cualquiera

no sé cómo
ni sé
con qué pretexto
por fin
me necesites


MARIO BENEDETTI



24 de agosto de 2008

Media noche


Duerme la calma en el puerto
bajo su colcha de laca,
mientras la luna en el cielo
clava sus anclas doradas.

¡Corazón,
rema!


EMILIO PRADOS


22 de agosto de 2008

Mar en brega


Otra vez te contemplo, mar en brega
Sin pausa de oleaje ni de espuma,
Y otra vez tu espectáculo me abruma
Con esa valentía siempre ciega.

Bramas, y tu sentido se me niega,
Y ya ante el horizonte se me esfuma
Tu inmensidad, y en una paz o suma
De forma no termina tu refriega.

Corren los años, y tu azul, tu verde
Sucesivos persisten siempre mozos
A través de su innúmera mudanza.

Soy yo quien con el tiempo juega y pierde,
Náufrago casi entre los alborozos
De este oleaje en que mi vida avanza.

JORGE GUILLEM


21 de agosto de 2008

Oda a la Poesía



Cerca de cincuenta años
caminando
contigo, Poesía.
Al principio
me enredabas los pies
y caía de bruces
sobre la tierra oscura
o enterraba los ojos
en la charca
para ver las estrellas.
Más tarde te ceñiste
a mí con los dos brazos de la amante
y subiste
en mi sangre
como una enredadera.
Luego
te convertiste
en copa.

Hermoso
fue
ir derramándote sin consumirte,
ir entregando tu agua inagotable,
ir viendo que una gota
caída sobre un corazón quemado
y desde sus cenizas revivía.
Pero no me bastó tampoco.
Tanto anduve contigo
que te perdí el respeto.
Dejé de verte como
náyade vaporosa
te puse a trabajar de lavandera,
a vender pan en las panaderías,
a hilar con las sencillas tejedoras,
a golpear hierros en la metalurgia.
Y seguiste conmigo
andando por el mundo,
pero tú ya no eras
la florida
estatua de mi infancia.
Hablabas
ahora
con voz férrea.
Tus manos
fueron duras como piedras.
Tu corazón
fue un abundante
manantial de campanas,
elaboraste pan a manos llenas,
me ayudaste a no caer de bruces,
me buscaste
compañía,
no una mujer,
no un hombre,
sino miles, millones.
Juntos, Poesía,
fuimos
al combate, a la huelga,
al desfile, a los puertos,
a la mina,
y me reí cuando saliste
con la frente manchada de carbón
o coronada de aserrrín fragante
de los aserraderos.
Y no dormíamos en los caminos.
Nos esperaban grupos
de obreros con camisas
recién lavadas y banderas rojas.

Y tú, Poesía,
antes tan desdichadamente tímida,
a la cabeza
fuiste
y todos
se acostumbraron a tu vestidura
de estrella cotidiana,
porque aunque algún relámpago delató tu familia
cumpliste tu tarea,
tu paso entre los pasos de los hombres.
Yo te pedí que fueras
utilitaria y útil,
como metal o harina,
dispuesta a ser arado,
herramienta,
pan y vino,
dispuesta, Poesía,
a luchar cuerpo a cuerpo
y a caer desangrándote.

Y ahora,
Poesía,
gracias, esposa,
hermana o madre
o novia,
gracias, ola marina,
azahar y bandera,
motor de música,
largo pétalo de oro,
campana submarina,
granero
inextinguible,
gracias,
tierra de cada uno
de mis días,
vapor celeste y sangre
de mis años,
porque me acompañaste
desde la más enrarecida altura
hasta la simple mesa
de los pobres,
porque pusiste en mi alma
sabor ferruginoso
y fuego frío,
porque me levantaste
hasta la altura insigne
de los hombres comunes,
Poesía,
porque contigo
mientras me fui gastando
tú continuaste
desarrollando tu frescura firme,
tu ímpetu cristalino,
como si el tiempo
que poco a poco me convierte en tierra
fuera a dejar corriendo eternamente
las aguas de mi canto.

PABLO NERUDA


20 de agosto de 2008

Cumpleaños

Una de las primeras cosas que he hecho esta mañana ha sido llamar a mi amiga Maria Amparo para felicitarle pues hoy es su cumpleaños. Este año tiene un sentido especial la celebración, pues mi amiga, que lo es la friolera de más de 40 años, ha superado una delicada intervención y eso es motivo de alegría para todos cuantos la queremos. Le han implantado una prótesis en su cadera para suplir el deterioro de un hueso que una enfermedad degenerativa le había destruido. Y a día de hoy, después de ayudarse de unas incómodas muletas varias semanas, ya anda, casi, como una modelo de pasarela...

El resto de la mañana lo he dedicado a gestiones y a ultimar los preparativos de un viaje que voy a emprender en pocos días. Ha sido al mediodía cuando una llamada a mi móvil me ha puesto al corriente de la catástrofe ocurrida en el aeropuerto de Madrid. Y como a muchos, el día para mi se ha parado en ese momento. En cuanto he llegado a casa me he abandonado a todo y he querido informarme de lo ocurrido a través de las conexiones que en la tv nos ofrecían con el lugar del siniestro. Triste, muy triste. Una prueba durisima para todos los familiares de las víctimas que de golpe les han arrancado de sus vidas a sus seres queridos. Cuando he oído que en ese avión viajaban un buen número de niños, todavía se me ha hecho más doloroso seguir escuchando las informaciones. Y he comenzado a pensar en esos familiares que tienen que seguir ¿viviendo? con una pena así de grande el resto de sus días.

Hoy, mientras escuchaba las noticias y el número de fallecidos iba en aumento, me he acordado de una de las cosas que más me costaba entender en mis tiempos de colegiala, y que hoy, aún no he conseguido aceptarlo del todo. El poder de la oración. Sin duda, las personas realmente creyentes, hoy ya estarán orando por las víctimas. Pero yo sigo pensando que Dios no debe estar esperando a que otros recemos por alguien para que se "salve". La muerte que han tenido, para mi, es un billete directo al supuesto cielo. Los que realmente necesitan toda clase de apoyo, son sin duda, los que se han quedado "aquí", sufriendo esas pérdidas, desbordados por un sentimiento tan fuerte y tan difícil de soportar en su alma. Y desgraciadamente, puedo hacer bien poco por ellos. Por eso, y por si es verdad que Dios está esperando oraciones para que esos familiares encuentren el sentido a seguir viviendo con esa carga tan pesada que de pronto se ha instalado en sus corazones, voy a procurar orar.... ¿me acompañáis?

Maat

19 de agosto de 2008

No amarse ahora, pero haber amado


No amarse ahora, pero haber amado.
Y encontrarse otra vez...Recuerdo grave
como el de alguna flor de aroma suave
que se mustia en un libro ya olvidado.

Va surgiendo el recuerdo desvelado:
una palabra, un gesto...Es una clave
que nadie descifró, que nadie sabe;
recinto nuestro, cántico inviolado.

Estamos en silencio, frente a frente.
Y sin verte, yo sé que me has mirado
con no sé que recuerdo transparente

en los ojos lejanos...No has cambiado.
Y es dulce estar así, indolentemente,
pero no amarse ya. Haberse amado.

JULIA PRILUTZKY

17 de agosto de 2008

Ah, soledades


Las soledades / jaulas de uno mismo
lista infinita de deseos pródigos
ruleta con apuestas al tuntún
libre administración de los azares
son / pese a todo / claves de una historia

las soledades saben de paciencia
de sentimientos estrujados / tímidos
de abstinencia de odios y rencores
de arrebatos sin causa ni secuelas
de protección de la ternura mártir

las soledades son hebras de muerte
pero sirven también para la vida
de miserias sobrantes se alimentan
o de ayunos lujosos que no importan
en realidad son sueños residuales

las soledades niegan la rutina
se incorporan al hueco del insomnio
son tan opacas o tan transparentes
como lo acepte el filtro de la noche
o lo permita el celador del alma

las soledades son deudas a término
incertidumbre de un destierro fértil
excusas del amor la sangre el sexo
ya que ejercen el raro monopolio
de inventar rostros cópulas promesas
las soledades son fiestas calladas
vaga frontera entre silencio y caos
radar que verifica alrededores
hasta que encuentra un prójimo / otro solo /
y le tiende su cabo de esperanza

las soledades pierden o hallan rumbos
conviven con milagros y fantasmas
se resguardan del sol y de la sombra
blindan su espacio propio / su clausura
y tienden a anudar los hilos sueltos

las soledades llenan un vacío
gracias a ellas nos despabilamos
y lentamente vamos aprendiendo
que el clan humano es después de todo
una congregación de soledades

MARIO BENEDETTI

16 de agosto de 2008

Porvenir


Te llaman porvenir
porque no vienes nunca.
Te llaman: porvenir,
y esperan que tú llegues
como un animal manso
a comer en su mano.
Pero tú permaneces
más allá de las horas,
agazapado no se sabe dónde.
....¡Mañana!
Y mañana será otro día tranquilo
un día como hoy, jueves o martes,
cualquier cosa y no eso
que esperamos aún, todavía, siempre.

ÁNGEL GONZÁLEZ

15 de agosto de 2008

Crepúsculo


Hora de soledad y de melancolía,
en que casi es de noche y casi no es de día.
Hora para que vuelva todo lo que se fue
hora para estar triste, sin preguntar por qué.

Todo empieza a morir cuando nace el olvido.
Y es tan dulce buscar lo que no se ha perdido...
¡Y es tan agria esta angustia terriblemente cierta
de un gran amor dormido que de pronto despierta!

Viendo pasar las nubes se comprende mejor
que así como ellas cambian, va cambiando el amor,
y aunque decimos: ¡Todo se olvida, todo pasa...!
en las cenizas, a veces nos sorprende una brasa.

Porque es triste creer que se secó una fuente,
y que otro bebe el agua que brota nuevamente:
o una estrella apagada que vuelve a ser estrella,
y ver que hay otros ojos que están fijos en ella.
Decimos: ¡Todo pasa, porque todo se olvida...!
y el recuerdo entristece lo mejor de la vida.

Apenas ha durado para amarte y perderte
este amor que debía durar hasta la muerte.
Fugaz como el contorno de una nube remota,
tu amor nace en la espiga muriendo en la gaviota.
Tu amor, cuando era mío, no me pertenecía.
Hoy, aunque vas con otro, quizás eres mas mía.

Tu amor es como el viento que cruza de repente:
Ni se ve, ni se toca, pero existe y se siente.
Tu amor es como un árbol que renunció a su altura,
pero cuyas raíces abarcan la llanura.
Tu amor me negó siempre lo poco que pedí,
y hoy me da esta alegría de estar triste por ti.
Y, aunque creí olvidarte, pienso en ti todavía,
cuando, aun sin ser de noche, deja de ser de día.

JOSÉ ÁNGEL BUESA


14 de agosto de 2008

Rima XIII



Tu pupila es azul y, cuando ríes,
su claridad suave me recuerda
el trémulo fulgor de la mañana
que en el mar se refleja.

Tu pupila es azul y, cuando lloras,
las transparentes lágrimas en ella
se me figuran gotas de rocío
sobre una violeta.

Tu pupila es azul, y si en su fondo
como un punto de luz radia una idea,
me parece en el cielo de la tarde
de
una perdida estrella.

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER

13 de agosto de 2008

Quiero un amor de todos los instantes.



Quiero un amor de todos los instantes,
aunque no sea un amor para la vida;
quiero un amor con la ansiedad del antes
para después del ansía desmedida.

Quiero la fe de todos los amantes
en este sólo amor, ver contenida:
tumulto de horizontes trashumantes
y luego, claridad de agua dormida.

Quiero un amor transfigurado en fuente
de todo florecer: fruto y simiente;

a tal único amor, mi amor sentencio:

aquél de la impaciencia y el latido
y la fiebre y el grito y el gemido
y el difícil momento del silencio.

JULIA PRILUTZKY

10 de agosto de 2008

Separación


Mi soledad llevo dentro,
torre de ciegas ventanas.
Cuando mis brazos extiendo
abro sus puertas de entrada

y doy camino alfombrado
al que quiera visitarla.
Pintó el recuerdo los cuadros
que decoran sus estancias.
Allí mis pasadas dichas
con mi pena de hoy contrastan.

¡Qué juntos los dos estábamos!
¿Quién el cuerpo? ¿Quién el alma?

Nuestra separación última,
¡que muerte fue tan amarga!
Ahora dentro de mí llevo
mi alta soledad delgada.

MANUEL ALTOLAGUIRRE

9 de agosto de 2008

Del viejo, el consejo

Deja la charla, Consuelo,
que una moza casadera
no debe estar en la era
si no está el sol en el cielo.

Tu hogar tendrás apagado,
y al mozo que habla contigo
le está devorando el trigo
la yunta que ha abandonado.

Mira que está oscureciendo,
que en las riberas lejanas
ya están cantando las ranas,
ya están las aves durmiendo.

Que tocan a la oración,
y hay gentes murmuradoras
cuyos ojos a estas horas
cristales de aumento son.

Y es que los oscureceres
son unas horas menguadas
que han hecho ya desgraciadas
a muchas pobres mujeres.

Mira, muchacha, que ha sido
la tarde muy bochornosa
y va a ser fresca y hermosa
la noche que ha producido.

Mira que son muy contadas
las fuerzas de la memoria:
mira que huelen a gloria
las mieses amontonadas,

y está tu galán delante,
y está tu hermanito ausente,
y está el amor en creciente
y está la luna en menguante;

y a luz tan débil yo creo
que sola a salir no atinas
del laberinto de hacinas
donde metida te veo.

Tal vez si el mozo me oyera
pensará que esto es perfidia,
creyera que tengo envidia,
que tengo celos dijera,

pues con la venda de amor
no viera que soy un viejo
que sólo con un consejo
puedo acercarme a tu honor.

Vete, muchacha, y no quieras
llorar prematuros gozos
que sé lo que son los mozos
y sé lo que son las eras;

y en tales oscureceres
pláticas tales de amores
dicen los murmuradores
que son de tales mujeres...

y tienen razón, Consuelo,
que una moza casadera
no debe estar en la era
si no está el sol en el cielo.

GABRIEL Y GALÁN



8 de agosto de 2008

Canzonetta II


Era bella, muy bella. No fue mía.
Una tarde de lluvia la besé.
Y sin embargo yo no la quería,
y la recuerdo sin saber por qué.

No me debió dejar ninguna huella
en la memoria y en el corazón;
pero hay una canción que oí con ella, y ahora me deja triste esa canción.

JOSÉ ÁNGEL BUESA

7 de agosto de 2008

La infinita

Ves estas manos? Han medido
la tierra, han separado
los minerales y los cereales,
han hecho la paz y la guerra,
han derribado las distancias
de todos los mares y ríos,
y sin embargo
cuando te recorren
a ti, pequeña,
grano de trigo, alondra,
no alcanzan a abarcarte,
se cansan alcanzando
las palomas gemelas
que reposan o vuelan en tu pecho,
recorren las distancias de tus piernas,
se enrollan en la luz de tu cintura.
Para mí eres tesoro más cargado
de inmensidad que el mar y sus racimos
y eres blanca y azul y extensa como
la tierra en la vendimia.
En ese territorio,
de tus pies a tu frente,
andando, andando, andando,
me pasaré la vida.

PABLO NERUDA



6 de agosto de 2008

Ausencia de Dios

















Digamos que te alejas definitivamente
hacia el pozo de olvido que prefieres,
pero la mejor parte de tu espacio,
en realidad la única constante de tu espacio,
quedará para siempre en mí, doliente,
persuadida, frustrada, silenciosa,
quedará en mí tu corazón inerte y sustancial,
tu corazón de una promesa única
en mí que estoy enteramente solo sobreviviéndote.

Después de ese dolor redondo y eficaz,
pacientemente agrio, de invencible ternura,
ya no importa que use tu insoportable ausencia
ni que me atreva a preguntar si cabes
como siempre en una palabra.

Lo cierto es que ahora ya no estás en mi noche
desgarradoramente idéntica a las otras
que repetí buscándote, rodeándote.
Hay solamente un eco irremediable
de mi voz como niño, esa que no sabía.

Ahora qué miedo inútil, qué vergüenza
no tener oración para morder,
no tener fe para clavar las uñas,
no tener nada más que la noche,
saber que dios se muere, se resbala,
saber que dios retrocede con los brazos cerrados,
con los labios cerrados, con la niebla,
como un campanario atrozmente en ruinas
que desandara siglos de ceniza.

Es tarde. Sin embargo yo daría
todos los juramentos y las lluvias,
las paredes con insultos y mimos,
las ventanas de invierno, el mar a veces,
por no tener tu corazón en mí,
tu corazón inevitable y doloroso
en mí que estoy enteramente solo
sobreviviéndote.

MARIO BENEDETTI


5 de agosto de 2008

Mañana te cuento


Mañana te cuento dónde recosté mi noche,
De que vestí mis temores,
Cómo desvestí mi piel,
Hasta dónde me entregué,
Hasta cuánto te viví...
Mañana te cuento,
Que hoy, el dolor se me alarga como los días de hambre.
Voy a beberme la luna llena,
Y borracha de luz,
igual, ni te nombro.

ROSA_DESASTRE

4 de agosto de 2008

Yo voy soñando caminos...


Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!...
¿Adónde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero
a lo largo del sendero...
-la tarde cayendo está-

"En el corazón tenía
la espina de una pasión;
logré arrancármela un día:
ya no siento el corazón".

Y todo el campo un momento
se queda, mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del río.

La tarde más se oscurece;
y el camino que serpea
y débilmente blanquea,
se enturbia y desaparece.
Mi cantar vuelve a plañir:
"Aguda espina dorada,
quién te pudiera sentir
en el corazón clavada."

ANTONIO MACHADO


2 de agosto de 2008

Segundo poema de la espera


Por un agua de hastío voy moviendo estos remos
que pasan tanto al irme y tan poco al volver;
pero quizá un día no nos separemos,
mujer mía y ajena, como el amanecer.

No importa que me quede ni importa que me vaya,
mientras pasan las nubes sin dejar de pasar,
porque tu corazón es igual que una playa,
que, pudiendo ser tierra, nunca llega a ser mar.

Tu amor nunca responde cuando mi amor te nombra;
tu amor, que sin ser mío, tantas veces perdí;
y yo empuño los remos y viajo hacia las sombras,
pues todo se hace sombra si estoy lejos de ti.

Filibustero loco tras el botín de un beso,
viajo por aguas tristes que me entristecen más;
pero tu amor es siempre camino de regreso,
mujer que nunca llegas y que nunca te vas.

Tu amor es un remoto país desconocido,
más allá del mañana, más allá del ayer,
y ya sólo recuerdo las veces que me he ido
recordando las veces que tuve que volver.

Hay virtudes tan tristes que es mejor ser culpable,
y más si es una culpa de amor amarte así;
pero, si en nuestras vidas hay algo inevitable,
inevitable tú serás para mí.

Ya me duelen las manos de remar en mi hastío;
pero yo sé que un día dejaré de remar,
y he de mirar el mundo como si fuera mío,
y romperé los remos en la orilla del mar.

JOSÉ ÁNGEL BUESA



1 de agosto de 2008

Invitación

El pasado mes de Julio tuve una sorpresa agradable. Alguna vez os he hablado de mi amigo Pablo. Pues bien, el pasado mes y en plenas vacaciones escolares, sus padres lo matricularon junto a su hermano Jorge en una escuela de verano. Afortunadamente para mi, no había servicio de comedor en el programa y la mamá de Pablo me preguntó si podría ocuparme de ellos para que comieran en mi casa a la salida de la escuela. No me paré ni a pensarlo. La propuesta me ilusionó pues a esta pareja de críos los quiero un montón y la idea de tenerlos en casa todos los días unas horas me alegró bastante.

Mi misión era ir a recogerlos cada día a la salida de sus actividades, traerlos a mi casa para que comieran y esperar a que sus padres los recogieran a la salida de sus respectivos trabajos.

El primer día que los recogí y de camino a mi casa, pasamos por un kiosco donde venden toda clase de golosinas para los niños. Al pasar por la puerta, Jorge paró en seco y me dijo aquello de:

-¿me compras una chuche, Pupe?

-no he bajado dinero Jorge, respondí, pillada totalmente por sorpresa...

Se conformó. Pero al día siguiente se repitió la escena. Esta vez, Jorge se había parado delante del cartel de los helados que colocado en la puerta del kiosco cumple su misión de reclamo a la perfección entre los niños que por la acera circulan...

No estaba yo por la labor de que todos los días tuviésemos que visitar el kiosco, y entonces se me ocurrió un plan que pasé a proponerles:

-Vamos a hacer un trato. Si durante la semana os portáis bien, el viernes, entramos al kiosco y os compráis 3 chuches y un helado cada uno. Pablo asintió enseguida. Jorge, primero me hizo "morritos", pero después de pensarlo un poco accedió. La verdad, es que los pactos, me han funcionado siempre bien con ellos.

Al día siguiente cuando volvimos a pasar por el kiosco, Jorge se adelantó corriendo hasta el cartel de los helados y me temí lo peor, pero cuando llegué hasta él me dijo señalándome uno de los helados: este me lo compraré el viernes...El plan, de momento, funcionaba.

Y no se han quedado ni un viernes sin sus chuches. Lo que quiere decir que se han portado bien, aunque mi hijo, que todos los días come con su esposa en mi casa, me haya dicho en más de una ocasión que "los consiento" demasiado, y que a él no le dejaba hacer algunas de las cosas que a Pablo y Jorge les permito. Y exagera. Y lo argumento. A Jorge es imposible tenerlo sentado durante el rato que dedica a comer. El final de su comida la toma ya sentado en mis rodillas, y como es un poco zalamero, pasa su brazo por mi cuello y entre cucharada y cucharada me llena la mejilla de besos y de natillas, y así ¿quien se niega a darle el postre?
La cuestión es que coman, y si así lo consigo...aunque tenga que doblarme en atenciones, pues Pablo que funciona solo, no nos pierde de vista y tengo que dedicarle algún que otro mimo también. Es lo justo.

El mejor rato es el de la sobre mesa. Normalmente jugamos con un dominó infantil y tengo que ingeniármelas para que ganen los dos alternativamente pues eso de perder, en lo que sea, los niños de hoy lo llevan fatal. Entre partida y partida me cuentan cosas, que tengo que decir que me encanta, pues me meto un poco en su mundo, y sobre todo, participo de ese lenguaje infantil tan gracioso que tienen los nanos. Una tarde, Jorge me dijo que tenía una novia en el cole. Le pregunté si era guapa y me dijo que si, que por eso era su novia...(Tiene 4 años recién cumplidos...) Promete.

Este mes de Agosto lo pasan con sus abuelos en una casa que tienen en un pueblo del interior. El último día que comieron en mi casa, Jorge me preguntó si iba a ir a verlo a "su chalé" pronto.

-Iré muy pronto a verte- le contesté

-Pues te invitaré a cenar. Mi abuelo tiene en el huerto pimientos y sandías...

Y claro que iré. No me puedo resistir a esa invitación.

MAAT